martes, 30 de agosto de 2011

Olea europarea (Olivo)


Los olivos cultivados son árboles de bajo porte, tronco grueso y copa redondeada. Es muy longevo como demuestran las tortuosas curvaturas del tronco y cicatrices. Por el contrario, os ejemplares silvestres (variedad sylvestris) son generalmente arbustivos, muy ramosos y enmarañados.

Las hojas son opuestas elípticas estrechas y de lámina coriácea, de color verde grisáceo en el haz y plateadas por el envés, debido a las escamas apretadas que recubren la superficie.
Las flores son diminutas, con cuatro pétalos blanquecinos. El fruto, la oliva o aceituna, es de tipo drupa, carnoso y con un hueso endurecido. Florece en mayo y junio y las olivas maduran en otoño.

El olivo silvestre se emplea como patrón para injertar las diversas variedades cultivadas. De ahí que al olivo se le conozca en Aragón como impelle, es decir, injerto.


Se muestra indiferente al tipo de sustrato. Pero es una especie sensible al frío, de hecho, la variedad silvestre es de distribución mediterránea.

En Aragón es cultivada en comarcas cálidas y aparece como subespontánea formando parte de matorrales termófilos que se instalan en barrancos, laderas en solana.
también puede llegar a colonizar cunetas, pastos, pinares de repoblación.
Como asilvestrada aparece raras veces y siempre en forma de ejemplares aislados que no suelen alcanzar gran desarrollo.

Se encuentra entre los 200 y 160 m de alitud.










En:"Árboles"(Colección Guías de Campo de Aragón") Nº 1. Primera edición marzo 2011.
Coordinación José Antonio Domínguez. Ed. PRAMES S.A.

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