El rápido gavilán se basa en el ataque por sorpresa como técnica de caza. Vuela rápidamente a lo largo de un soto y, de repente, se lanza hacia arriba para caer sobre un confiado grupo de fringílidos, atrapa una víctima y sigue su vuelo. Si la presa escapa, la rapaz raramente intenta otro ataque.
Las principales víctimas del gavilán macho son los pájaros pequeños, pero la hembra, de mayor tamaño, ocasionalmente mata aves tan grandes como una paloma. Los gavilanes también comen pollos de aves de caza; «crimen» por el que han sufrido una persecución a gran escala por los cazadores, hasta que se les dio protección legal.
Es probable que el Gavilán Común haya padecido también las consecuencias de los pesticidas agrícolas. De cualquier manera, es una de las rapaces cuyo número ha descendido más en España, seguramente debido a la persecución de que fué objeto.
El macho caza solo mientras la hembra está incubando, posándose en uno de sus «desplumaderos» con su presa y reclamando a su compañera, para alimentarla, con un ronco y rechinante «qui-qui-qui-qui».
Identificación:
Alas cortas y redondeadas; cola larga; el macho tiene partes superiores pizarra oscura e inferiores ondeadas de color pardo-rojizo; la hembra, más grande, partes superiores parduscas, inferiores ondeadas de pardo oscuro y lista superciliar blanca.
Nidificación:
Nido construido de ramas, en árbol, frecuentemente sólo por la hembra, forrado con ramitas delgadas; pone, en mayo, de 4 a 6 huevos blancos con tinte azul y manchas pardo-rojizas; incubación, de unos 35 días, sólo por la hembra; los pollos, alimentados por ambos padres, dejan el nido tras unos 30 días.
Alimentación:
Gorriones, estorninos, otros pajarillos, ocasionalmente topillos, ratones y gazapos; insectos.
Hábitats:
Bosques.
En: www.pajaricos.es
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