La lisimaquia blanca
(Lysimachia ephemerum) es una hierba alta y robusta perteneciente a la familia
primuláceas. Sus hojas son largas y estrechas, de unos 15x2 cm, enteras,
lanceoladas y semi-amplexicaules sobre un tallo cilíndrico y fistuloso.
Sus hojas lozanas llaman la
atención, aunque mucho más aún destaca en pleno verano cuando resplandece con
su racimo alargado de flores que se abren de abajo a arriba.
Las flores, de elegante
simetría radiada, constan de 5 sépalos, 5 pétalos alternando con los sépalos,
blancos, redondeados y soldados por sus bases y 5 estambres de filamentos
blancos, unidos por las bases en una corona común del mismo color grana que las
anteras.
El fruto maduro será una
cápsula, de la punta de la cual colgará el estilo fino.
En invierno, la lisimaquia
confía en un rizoma subterráneo su retoño para la próxima primavera.
La lisimaquia blanca vive en
juncales y bordes de arroyos, sin formar poblaciones grandes, como si una
planta de belleza tal sólo pudiera dosificarse en contadas ocasiones. La
lisimaquia blanca es una planta de distribución Ibérica, una belleza propia,
inexistente en el resto de Europa.
En; ichn.iec.cat
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