Los diplópodos son una clase de miriápodos conocidos
comúnmente como milpiés, aunque el número máximo de patas no supera las 750, y
la mayoría tienen menos de 200; aun así, ningún otro animal posee tantas. El
récord lo ostenta la especie Illacme plenipes de California, con 375 pares de
patas. Se conocen más de 12.000 especies, siendo uno de los grupos más diversos
de organismos terrestres.
Aunque en ocasiones se les confunda con sus
parientes los ciempiés, pertenecen a clases distintas. Se diferencian de ellos,
principalmente, en que casi todos los segmentos del tronco llevan dos pares de
patas, mientras que los ciempiés solo tienen un par por segmento. A diferencia
de los ciempiés (quilópodos), carecen de aparato inoculador de veneno, pero
muchos diplópodos tienen una hilera de glándulas en los costados que segregan
sustancias químicas pestilentes e irritantes cuando son molestados, que pueden
producir erupciones en la piel humana; ello puede ir acompañado de actitudes
defensivas, tales como enroscarse en forma de bola o espiral. No pican, sólo
liberan pequeñas cantidades de cianuro, pero apenas la centésima parte como
para matar a un humano, son fáciles de manipular y al contacto solo las
personas más sensibles a este químico sufren de enrojecimiento e irritación en
la piel, sin embargo no pasa de eso.
Los milpiés son animales de cuerpo alargado y
cilíndrico, dividido en muchos anillos se mueven lentamente, pero sus
patas les proporcionan energía suficiente para escarbar entre las hojas caídas
y remover el suelo, en busca de plantas blandas o en descomposición, de las que
se alimentan. Los que viven en los bosques son importantes recicladores porque
devuelven sustancias químicas al suelo para que las plantas vuelvan a utilizarlas.
En los jardines y zonas urbanas, sin embargo, ciertas especies están
consideradas como plaga. Miden 2-5
cm de largo. Son de color gris, negro, marronáceo o
liloso.
La cabeza tiene 2 antenas, 2 mandíbulas y la boca.
Cada anillo del cuerpo tiene 2 o 4 patas (los primeros tienen 2 y todos los
otros 4). Respiran por tráqueas.
Comen vegetales en descomposición y vegetales en
buen estado. Se reproducen por huevos. La hembra pone los huevos en el suelo o
entre la madera que se descompone. De los huevos nacen las larvas que mudan la
piel 8-12 veces hasta ser adultos. Viven bajo las piedras, entre las hojas o en
los troncos en descomposición. Algunos viven en zonas con humedad y otros en
zonas áridas pero no pueden sobrevivir a la atmósfera seca que se encuentra en
el interior de muchos edificios. Cuando no hay buenas condiciones se esconden
bajo tierra. Se mueven lentamente; cuando son atacados se defienden con
movimientos rápidos (contracciones).
En:fernaturainsectos.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario