LA DIEZMA Y LA VALLUENGA

En este recorrido vamos a conocer el monte de “La Diezma” desde cuya cima podremos disfrutar de unas vistas inmejorables del Moncayo por un lado y de las tierras bajas del norte,( puntos geográficos como Metusa(Cameros), Santa Cruz del Moncayo, Torrellas, Tarazona, Cascante, Novillas, los Pirineos, la Bárdena Real, El Buste, la Peña el puntal…)

Se trata de un recorrido circular con inicio en Santa Cruz del Moncayo y final en el mismo punto de salida; en total unos 10 km (que para nosotros fueron más, como luego os aclararemos))

Iniciaremos nuestro paseo desde Santa Cruz del Moncayo, justo enfrente del restaurante “El Labrador”, en donde desciende un pequeño camino agrícola que transcurre paralelo a otro asfaltado. Este camino lo continuaremos recto, obviando los ramales que nos vayan apareciendo, hasta llegar a la carretera de entrada a Grisel.

Y aquí he de hacer una aclaración: Hemos utilizado en muchas ocasiones las guías que nos facilita Manuel Mercadal en su obra “Las Aves y Su Entorno Natural”; la verdad es que su labor como ornitólogo es muy valiosa (y los mapas de Andrés Cabrero, así como los dibujos de Javier Gomollón son impresionantes), pero, en mi opinión, como relator de itinerarios deja mucho que desear, ya que no es la primera vez que, siguiendo sus indicaciones, me pierdo; en concreto esta es la tercera y ,torpe, lo que se dice torpe no digo que no lo sea, pero no tanto…

En fin, que quiero decir que ya nada más empezar hemos tenido que coger otro camino por lo vagas de sus explicaciones, dejando de pasar el embalse de Grisel y el Pozo de los Aynes; y teniendo que atravesar el casco urbano de Grisel para ascender a la Diezma por la carretera asfaltada en vez de por el camino agrícola que, eso sí, veíamos en la lejanía.

Al llegar al punto más alto podremos detenernos a descansar y disfrutar de unas vistas impresionantes, observando a nuestros pies la Valluenga.

Seguiremos el camino principal rodeados de autogeneradores eólicos hasta llegar a una bifurcación, a nuestra izquierda, que nos conduce cuesta abajo en dirección a Lituénigo y San Martin y aquí, en este punto, es cuando nos alegramos de haber tenido GPS en el móvil, ya que ,tras las indicaciones de nuestra guía, nos volvemos a perder (ya que había que pasar un campo a través) y tomamos el camino hacia Santa Cruz por otro ramal distinto que, aunque más duro, nos ofrece en recompensa unas formaciones rocosas dignas de visitar.

Al rato descubriremos la trocha de la que nos habla el autor de la guía, antigua y en mal estado, y que nos llevará hacia una cantera de arcilla roja, desde donde llegaremos al embalse de Santa Cruz y de allí, todo recto llegaremos al punto de partida.

Este último tramo, como podréis observar en el video, es de una gran belleza por las formas de los roquedales y la gran cantidad de especies de aves que podremos observar.