Las tarabillas norteñas son aves estivales en nuestro país, donde principalmente crían en zonas montañosas, aunque en algunos casos pueden hacerlo próximas al mar. Deben su nombre vulgar al hecho de nidificar principalmente en la parte septentrional de la Península, pero igualmente crían, muy localizadas, en algunas zonas del centro-norte. Es común como migrante, especialmente en el oeste y sur y también en Baleares.
Provienen, a su llegada a España, de Africa tropical y se establecen para criar en praderas y terrenos incultos, brezales, etc., construyendo el nido en tierra, casi siempre al pie de una mata o arbusto y, más frecuentemente que la Tarabilla Común, en tierras cultivadas.
En la parada nupcial, el macho canta, frente a la hembra, con las alas caídas y temblorosas, la cola desplegada y algo levantada y la cabeza hacia atrás. También canta mientras monta la guardia cerca del nido donde su compañera incuba los huevos.
Estas aves tienen un vuelo bajo y espasmódico, con rápidos aleteos, yendo de una planta a otra donde se posan, pudiendo lanzarse al aire o coger insectos aunque normalmente comen en el suelo.
Identificación:
Partes superiores listadas de pardo; macho, con lista ocular blanca; la de la hembra es más apagada; ambos sexos tienen manchas blancas a los lados de la cola; en invierno, macho más apagado, más parecido a la hembra.
Nidificación:
La hembra construye nido de hierba y musgo, forrado con hierbecillas, en el suelo entre maleza, a veces con un acceso cubierto hasta el nido; pone, de mayo a julio, usualmente 5 ó 6 huevos azulados verdosos con motas pardo rojizas; incubación, sólo por la hembra, 13 días; los pollos, alimentados por ambos padres, abandonan el nido tras unos 14 días; a veces dos crías.
Alimentación:
Insectos y sus larvas; algunas arañas y gusanos.
Hábitat:
Matorrales y campos baldíos.
En: www.pajaricos.es/
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