El nombre latino del Martinete Común, que significa «cuervo de noche», define perfectamente a esta garza, de costumbres sobre todo crepusculares y nocturnas y cuyo grito recuerda el de los cuervos.
Durante el día permanece oculto entre los arbustos espesos o en los árboles tupidos que bordean las charcas y no abandona su refugio hasta la caída de la tarde. Si se le sorprende en su retiro, el martinete apunta con el pico hacia el cielo: se mantiene rígido e inmóvil y así pasa frecuentemente desapercibido.
Los martinetes se establecen en las proximidades de charcas o marismas, en compañía de otras garzas, tales como la Garza Real, la Garceta Común y las garcillas bueyera y cangrejera. Ocupan muy variados sustratos, por ejemplo alcornoques, encinas, pinos, olmos, tarajes y vegetación palustre, y construyen un nido más sólido que las otras garzas, con más fondo y algo revestido.
Durante el mes de julio, los jóvenes se emancipan, abandonan la colonia y llegan hasta el norte de Europa. A fines de agosto y durante los meses de septiembre y octubre, emigran siempre, de noche, hasta alcanzar África tropical.
Identificación:
Adulto con nuca provista de un largo penacho blanco de 15 a 20 cm. en la época de reproducción; capirote y dorso negros; frente, mejillas y vientre, blancos; alas grises; patas amarillentas; pico negro; iris rojo vivo. Jóvenes, por encima pardo manchado y por debajo más claros. Sexos iguales.
Nidificación:
Nido, en árbol, construido por el macho. Puesta, de abril a junio, de 3 a 5 huevos azul verdoso pálido; incubación por ambos sexos, de unos 21 días; los pollos, alimentados por ambos padres, andan por las ramas tras unos 20 días y vuelan después de 35 a 40 días; a veces dos crías.
Alimentación:
Moluscos, crustáceos, insectos, larvas batracios, peces y pequeños roedores.
Hábitat:
Aguas continentales.
En: pajaricos.es
Un martinete en el Moncayo???
ResponderEliminarMuy cerca, saliendo de la plaza, en un amplio solar en obras entre las calles
EliminarAlta Merced y Verde, otra pareja de cigüeñas ha elegido una grúa como o
apoyo de su nido. Antiguos o modernos, los soportes elevados les sirven por
igual, como la torre de telecomunicaciones que se observa entre la calle
Tudela y el colegio Joaquín Costa, donde son varias parejas las que se han
agrupado para nidificar.
Bajamos ahora hasta el río Queiles para observar sus riberas junto al recinto
ferial. La maraña de vegetación acuática protege de la vista a currucas y
ruiseñores, de los que el canto es lo más notorio. Pero también ocupan este
rincón la garza real, la garza imperial o el martinete.
http://www.tarazona.es/tuciudad/medioambiente/Documents/birdwatching_1.pdf