Familiar pero poco llamativo, el Chochín Común reserva muchas sorpresas y desilusiones a quien pretende conocerle mejor. Su carácter es profundamente egoísta e incluso pendenciero. En la época de celo, el macho defiende su territorio ardorosamente emitiendo una serie de trinos y de agudos silbidos de una potencia sorprendente para su tamaño. Con una energía feroz construye varios nidos mullidos, que obliga a visitar a todas las hembras de la vecindad. Los machos más hábiles retienen dos o tres hembras; los otros permanecen solitarios.
Se han encontrado guarecidos juntos hasta una docena de chochines: la conservación del calor es imperativa para estas aves y los inviernos muy severos les ocasionan fuertes mortandades entre ellas.
Identificación: Pardo rojizo, con barrado oscuro en alas, cola y flancos. Cola pequeña, a menudo erguida. Canto ruidoso y penetrante. Llamada de alarma ruidosa y estridente. Sexos iguales.
Nidificación:
El macho construye varios nidos en forma de bola de musgo, hojas y hierbas, en matas, enredaderas, montones de leña o huecos de paredes; la hembra recubre uno de ellos con plumas y pone a finales de abril, 6 huevos blancos con pequeños puntos pardo-rojizos, cuya incubación dura unos 14 días, sólo por la hembra. Los pollos son alimentados por ambos padres y vuelan después de unos 15 días. Generalmente dos crías.
En: pajaritos.es
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