Este es un recorrido circular que teníamos muchas ganas de hacer y que no entraña ninguna dificultad. Nosotros lo hemos realizado en poco más de dos horas, aunque tranquilamente y tomándonos tiempo para disfrutar de los parajes por los cuales paseábamos y de la flora y fauna que nos encontraremos (nosotros tuvimos la suerte de encontrarnos con unos corzos y con gran variedad de aves que deleitaron nuestro paseo).
Dejamos el coche en la entrada de Torrellas, viniendo de Los Fayos. Veremos un cartel indicador de la población, y unos pocos metros más adelante una pendiente que desciende hasta juntarse con el camino que, desde Tarazona, nos lleva hasta Los Fayos; pero este no será el camino que tomemos, ya que a los pocos metros veremos como una bifurcación hacia la izquierda nos llevará a un parque recreativo, desde donde comienza realmente este recorrido.
Cruzaremos el río y, siempre tomando las bifurcaciones de la izquierda, seguiremos caminando hasta llegar a la pendiente más dificultosa, pero sin problemas, de esta ruta, que nos llevará hasta un camino señalado que conduce a la mesa del gigante Caco.
Deberemos desviarnos de nuestro camino para visitar dicho lugar, pero vale la pena hacerlo por las vistas que vamos a tener a nuestra disposición, en donde dominará la de la ciudad de Torrellas y su torre inclinada.
Volveremos por donde hemos llegado y seguiremos el camino que habíamos dejado para visitar la mesa de Caco. Hasta ahora nuestro camino se ha visto jalonado sobretodo por vegetación de monte bajo y algún pino de repoblación; ahora será este último el que nos acompañe a nuestra derecha, pudiendo observar en nuestro camino a la izquierda la población de Santa Cruz del Moncayo.
Por fin llegaremos a un empinado descenso que desemboca en una preciosa y refrescante alameda. A la salida de ésta es cuando tuvimos la gran suerte de contemplar a una pareja de corzos a los cuales no debimos incordiar mucho porque no huyeron al ver que continuábamos nuestro camino.
Llegaremos a las huertas de Torrellas y cruzaremos el río, que ya nos acompañará con su agradable rumor hasta el final del trayecto, que será el lugar en donde comenzamos nuestra caminata.
Seguro que os gusta y, si lo hacéis en pleno verano podéis pensar que los sudores de los primeros tramos se verán recompensados con la frescura y relajación de la última parte de este bonito trayecto.
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