La Carraleja (Berberomeloe majalis), también conocida como curica, es una especie de coleóptero polífago de la familia Meloidae que alcanza gran tamaño, ocasionalmente más de siete centímetros, convirtiéndolo en uno de los coleópteros más grandes de Europa.
Es muy fácil de reconocer, sobre todo la hembra, por su extraordinario abdomen alargado y fusiforme de color negro con bandas transversales anaranjadas o de color rojo sangre. Carece de manchas rojas en las sienes.
Cuando se ve amenazado segrega una sustancia llamada cantaridina, parecida al aceite (ya que es hemolinfa) y muy tóxica que provoca daños en la piel (irritación, erupciones...), y vómitos, diarrea y anomalías en el aparato urinario en caso de que sea ingerida.
Como muchos de los coleópteros vesicantes (Meloidae) tiene un ciclo biológico muy complejo. Se alimentan durante la fase larvaria de huevos y larvas de himeópteros. Para acceder a los nidos de sus huéspedes, tienen que buscar activamente el nido del huésped en cambio con las larvas de otros géneros de los Meloidae que son foréticas, es decir que se dejan transportar hasta el nido de la abeja por el propio huésped.
Es la especie más común y extendida de todas las especies de las aceiteras en España. Habita en zonas abiertas y bosques poco densos de toda la región mediterránea ibérica, desde el nivel del mar hasta por encima de los 3.000 metros en Sierra Nevada, con algunas penetraciones en zonas secas de la región atlántica.
En: es.wikipedia.org
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