A poca altura sobre su territorio, el bonito macho de Tarabilla Común «danza» arriba y abajo en el aire mientras emite su chirriante canto, o persigue a la hembra en un rápido cortejo nupcial. El canto dura sólo unos pocos segundos cuando la tarabilla se para en uno de sus posaderos de canto, en la cima de un arbusto o en un hilo telegráfico. Mientras canta desde el posadero, agita la cola repetidamente y en los intervalos entre canto y canto a menudo lanza su sonora llamada, un ronco y chirriante «tsac-tsac» o «uiit-tsac-tsac».
La Tarabilla Común, que vive en parejas todo el año, cría con frecuencia en los mismos terrenos que la Tarabilla Norteña, prefiriendo las tierras sin cultivar y pasando a las cultivadas principalmente en invierno, época en la que también se acerca más a las zonas habitadas por el hombre.
En la península Ibérica la población indígena es seguramente sedentaria, criando por todo el país en mayor o menor abundancia según las zonas. Durante la época de migración llega un buen contingente de aves europeas.
Identificación:
Ave rechoncha, de cabeza redondeada; en verano macho con cabeza y dorso negros; manchas blancas en el cuello, alas y obispillo ; pecho castaño rojizo; más pardusco y apagado en invierno; en verano hembra con partes superiores pardo listadas y sin mancha en el obispillo; más oscura en invierno.
Nidificación:
La hembra construye nido en el suelo o cerca de él, principalmente de musgo, hierba y pelo; pone, de marzo a junio, usualmente de 5 a 6 huevos azul claro con finas motas de color pardo rojizo; incubación, sólo por la hembra, de unos 15 días; los pollos, alimentados por ambos padres, dejan el nido después de unos 13 días, volando pocos días más tarde; normalmente dos crías.
Alimentación:
Principalmente insectos y sus larvas, algunos gusanos y arañas.
Hábitat:
Matorrales y campos baldíos.
(Las dos últimas imágenes corresponden a un macho con su plumaje invernal)
En: www.pajaricos.es
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