Pese a ser un ave relativamente corriente en la comarca del Moncayo, no hemos sido capaces hasta ahora de sacar unas fotografías de mejor calidad del macho de esta especie que éstas; pero, hasta que consigamos unas mejores aquí os mostramos las que veis, que creemos son interesantes para poder darnos cuenta del dimorfismo sexual que caracteriza al macho y a la hembra del Escribano Montesino. (ver Escribano Montesino Hembra).
En los linderos de casi cualquier monte donde las piedras afloran entre el matorral, un pequeño pájaro lanza su trino rápido y atropellado «tsiu-tsiu-tsiu-si-si-sisirr», posado en la rama de un arbusto seco. Es el Escribano Montesino, cuyo canto recuerda al del Escribano Cerillo, aunque es más estridente, y al del Verdecillo.
Al comenzar la primavera, los machos se han establecido en sus respectivos territorios y cortejan a sus hembras con movimientos de la cola, que abren y cierran.
Este escribano debe el apelativo de Montesino a su predilección por terrenos elevados, más o menos rocosos, aunque sin faltar totalmente una cobertura vegetal, como pueden ser colinas pedregosas, bosques con claros, roquedos con matorral y en algunos casos viñedos en zonas quebradas.
Durante el otoño comienzan a formarse grupos de jóvenes y adultos que posteriormente huyen del frío, descendiendo a zonas menos inhóspitas. En algunos casos se producen movimientos migratorios hacia el sur, al generalizarse en las zonas septentrionales las malas condiciones atmosféricas.
Identificación:
Se diferencia de los restantes escribanos europeos, en estado adulto, por su garganta gris ceniza; macho, garganta y cabeza grises; píleo y cara con listas negras; por encima, castaño con listas negras; por debajo, ocráceo uniforme; hembra más apagada, con pecho y flancos algo listados.
Nidificación:
Nido normalmente en tierra, construido por la hembra, protegido por una piedra o mata; puesta, de abril a junio, de 4 huevos con rayas pardo oscuro; incubación, sólo por la hembra, alrededor de 12 días; los pollos dejan el nido sobre los 11 a 13 días, poco antes de poder volar; dos crías, a veces tres.
Alimentación:
Granos, brotes, hojas nuevas; pequeños insectos, sobre todo en verano y para cebar a los pollos.
Hábitat:
Montañas y riscos.
En: pajaricos.es
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