Es una especie de aspecto
variable. El macho tiene el anverso de color gris oscuro, con máculas blancas
pequeñas, generalmente menos intensas en el ala posterior; el reverso del ala
posterior es oliváceo o rojizo, con una mancha prominente con dos picos
apuntando al margen en el centro del ala posterior y una gruesa mancha ovalada
cercana al margen interno de la zona postdiscal; las fimbrias son ajedrezadas.
La hembra es similar. Los últimos ejemplares del año son en ocasiones más
pequeños y con la mácula del reverso del ala posterior más desarrollada,
asemejándose a Pyrgus alveus. Envergadura alar: entre 20 y 24 mm.
Vive en zonas herbosas y
prados floridos, desde el nivel del mar hasta 1400 metros. Vuela de abril a octubre
(primeros de noviembre en el caso de otoños benignos), en dos o más
generaciones al año. Los imagos (como los de otros Pyrgus) se reúnen, a
veces en gran número, para beber en zonas con barro o excrementos. La puesta de
huevos se realiza de uno en uno en el envés de las hojas. La oruga es de color
marrón claro con líneas longitudinales más oscuras. Construye refugios con las
hojas de sus plantas nutricias. Como tales se han citado Fragaria vesca,
Potentilla, Rosa canina, Malva, Alchemilla, Helianthemum y Rubus. La
crisálida es de color negruzco, colocada en la base de la planta, dentro del
último refugio construido por la larva. Inverna como oruga.
Está extendida por el norte
de África y Europa hasta Asia. En la Península Ibérica está presente principalmente
en las zonas central y norte. En Asturias se encuentra ampliamente distribuida
a lo largo de la región, haciéndose más escasa cuanto más hacia el Occidente.
Puede ser abundante localmente.
En: asturnatura.com
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