Los adultos y las ninfas de
esta plaga (Lygus spp.) causan daño a las plantas al inyectar saliva
tóxica en los tejidos vegetales, produciendo la destrucción de flores, y
semillas arrugadas (pinchan los tejidos vegetales
con sus partes bucales de perforación, y se alimentan succionando la savia).
Ambas
formas se alimentan de todas las partes de las plantas, pero el daño económico
tiene lugar cuando la alimentación se concentra en las partes reproductivas de
la planta. Las flores dañadas se vuelven blancas en menos de 24 horas y
rápidamente caen al suelo. Las semillas pequeñas y dañadas caen al suelo
durante la cosecha. El daño más significativo ocurre desde la floración
hasta el estado de vainas tempranas. Cuando las densidades de población
son altas las pérdidas de rendimiento pueden ir del 10% hasta el 35%.
Los
adultos son ovalados y ligeramente aplanados, de unos 5 mm de largo y 2,5 mm de ancho. La
variación en color va desde un verde pálido sucio a marrón rojizo, con una “v”
situada en el dorso como a un tercio de la distancia desde la cabeza, justo
frente a las alas.
Las
ninfas jóvenes son de color verde pálido mientras que las ninfas mayores son de
colores más variables, similares a los adultos. Las ninfas jóvenes se
pueden confundir con áfidos, pero a diferencia de los áfidos, las
chinches Lygus son activas y al molestarlas se mueven muy rápido. Los
huevos son puestos en los tallos y pecíolos.
En: ambitorural.com y
http://faluke.blogspot.com.es/
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