Es una planta trepadora de la familia dioscoreáceas. Las dioscoreáceas constituyen una extensa familia de plantas monocotiledóneas de distribución tropical que tiene solo a la nueza negra como representante ampliamente extendido en Europa.
La nueza negra es una hierba voluble que, a pesar de poder alcanzar algunos metros, renueva completamente su parte aérea cada año a partir de un bulbo o rizoma napiforme enterrado. En primavera saca largos tallos verdes, volubles, que se orientan en helicoide. A intervalos regulares se disponen esparcidas hojas de un verde reluciente e intenso, glabras, con el pecíolo largo y el limbo acorazonado y con nervios paralelos. Estas hojas recuerdan a las de la zarzaparrilla, aunque las de la nueza negra suelen ser mayores y, especialmente, nunca son coriáceas ni espinosas. En la axila de las hojas nacen los racimos florales. La nueza negra es dioica, con pies masculinos y pies femeninos.
Los racimos de flores masculinas son largos y laxos , mientras que los de flores femeninas son mucho más cortos y compactos. Cada flor posee 6 sépalos pequeños, de unos 4-5 mm y color amarillo verdoso. Dependiendo del sexo, tendrán además 6 estambres o 3 carpelos unidos, y vestigios no funcionales de las piezas del otro sexo. Los frutos, en los ejemplares femeninos, son una baya esférica de unos 6 mm de diámetro, primero verde y finalmente roja .
La nueza negra vive en zarzales, herbazales y en encinares litorales con durillo. Soporta bien la sombra, por lo que se encuentra a menudo al pie de riscos.
Las dioscoreáceas sintetizan principios activos farmacológicos. La raíz gruesa de la nueza negra, rayada y aplicada en cataplasmas sobre la piel, había sido utilizada tradicionalmente para tratar las equimosis, los pequeños derrames de arterias capilares. Pero la nueza negra es una planta tóxica, de uso peligroso, que fácilmente provocará dermatitis.
En: ichn.iec.cat
No hay comentarios:
Publicar un comentario