La Culebra lisa meridional es uno de los ofidios de menor tamaño de los presentes en nuestra región, pudiendo alcanzar hasta 90 cm . de longitud, aunque es difícil encontrar ejemplares que superen los 65 cm . Su cabeza es pequeña pero bien diferenciada del cuerpo, con un hocico prominente y redondeado. Posee una característica banda negra entre la comisura labial y el ojo, que en ocasiones une ambos ojos. En la nuca suele presentar una mancha oscura con forma de U o de V invertida. Tanto el cuerpo como la cola son largos y finos, dándole un aspecto esbelto. La coloración del dorso varía entre grisáceo y crema, resaltando unas manchas oscuras transversales u oblicuas, los costados son similares al dorso. La coloración ventral es blanquecina o amarillenta sobre la que
destacan unas manchas negras, en forma de cuadrados con un diseño ajedrezado.
destacan unas manchas negras, en forma de cuadrados con un diseño ajedrezado.
Se distribuye por toda una franja próxima al Mediterráneo en España, Portugal, Francia, Italia, Marruecos, Argelia y Túnez. Se trata de una especie no muy abundante que podemos encontrar por gran parte de Aragón. La encontramos siempre en hábitats mediterráneos cálidos y secos, con preferencia en los bosquetes de carrascal, espartales y matorrales expuestos, aunque también aparece en los cultivos tradicionales de almendro y olivo. Necesita de refugios como roquedos o piedras, en ausencia de estos refugios suele ocupar las construcciones y ruinas aisladas. Presenta diferencias significativas en cuanto a su abundancia en toda su área de distribución.
Su alimentación se basa en un 85 % en lacértidos,
capturando también Salamanquesas, Topillos y Ratones, entre otras especies
minoritarias.
Presenta su mayor actividad durante la noche y el
crepúsculo, pasando las horas diurnas bajo piedras expuestas al sol. Resulta
una especie mucho más discreta que el resto de ofidios, por lo que pasa
desapercibida en lugares en los que está presente. Es poco rápida y ágil y
tampoco resulta muy agresiva, llegando a morder en pocas ocasiones, incluso
cuando es manipulada. Utiliza como principal método de defensa, al igual que
otros ofidios, la expulsión de una fétida secreción cloacal.
Es una especie muy sensible a las alteraciones y sobre
todo a la destrucción del hábitat, por lo que las roturaciones agrícolas, las
quemas e incendios o la eliminación de márgenes, linderos y eriales, entre
otras causas, puede estar provocando su declive en muchas zonas de nuestra
geografía.
En: naturalezaaragonesa.com
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