Esta planta la hemos fotografiado en la Cascada del Pozo de la Trucha, en donde está presente en abundancia.
Es una planta cuyo hábitat más favorable lo forman las paredes y muros a los que se une por las rendijas que éstos presentan; de ahí que sea muy conocida por el apelativo de "hierba de los muros". Éste ha quedado reflejado en su nombre genérico Parietaria, ya que parie significa pared en latín. Dioscórides ya nombraba esta planta como medicinal, a la que llamó helxine.
En terrenos adecuados puede llegar a crecer hasta dos metros de altura, con tierra bien estercolada y en zonas sombrías. Pero cuando las condiciones no son todo lo favorables que debieran, su altura se ve reducida hasta los cincuenta centímetros.
Sus hojas tienen forma ovoide, son de color verde brillante en la zona del haz y sin brillo o mate en la zona del envés; se unen al tallo con un cabillo de longitud media, que supone la mitad del tamaño de la propia hoja. Los nervios de ésta se observan visiblemente, tanto en el haz como en el envés.
Aplicación:
La parietaria posee sales de potasio y flavonoides como el kampferol, que le proporciona una acción diurética muy marcada. También encontramos sustancias amargas y taninos, que le confieren acción emoliente, colagoga, vulneraria y antirreumática, por lo que se emplea de forma externa para aliviar quemaduras y contusiones. Administrada por vía oral ayuda en las afecciones de las vías urinarias más frecuentes, como en litiasis, cistitis, pielonefritis y oliguria. También se emplea, por su acción colagoga, en disquinesias biliares y colelitiasis.
Una infusión de tallos y hojas (frescos o secos) es un buen diurético, laxante y descongestionante hepático, útil también en afecciones de vesícula y riñón. Se puede tomar sin limitación ni restricciones. Los brotes tiernos se utilizan en tisana, tienen color amarillo limón y un sabor fresco y parecido al pepino.
En: natureduca.com y www.casapia.com
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